martes, 21 de octubre de 2008

A LA VIRJEN MARIA

A LA VIRGUEN MARIA

Entre los muchos, o madre,

Conque te distingue el hombre.

No hay entre todos un nombre,

Que a tu misión mejor cuadre,

Que ese nombre celestial.

Engendra fe y confianza,

Iris de las esperanzas,

Del afligido mortal.

Tú las borrascas del mundo,

Disipas tan blanda mente,

Que tu amor dulce y clemente.

Las trueca en serena calma.

Iris de vivos colores,

Puestos por Dios en el cielo.

En ti puse mis anhelos;

En ti puse mis amores.

¡Cuando las olas bravías!,

de la pasión me combatan,

¡no permitas que me abatan!


No me dejes ¡madre MIA!,

No que sin ti naufragara,

como fragil navecilla,

qué sin velámen y sin quilla,

en alta mar zozobrara.

Eso es madre lo que ansío

Lo qué pido lo qué quiero.

Y de tú querer espero.

Recibe la humilde ofrenda,

Que ésta niña te dedica,

La esperanza significa,

De tú ternura es prenda,

Así anhelo que mi vida.

En la esperanza descanse.

Y qué tú nunca te canses.

De ser mi amparo y mí guía.

No hay comentarios: