viernes, 30 de octubre de 2009

PARA MI HIJA RAQUEL


PARA MI HIJA RAQUEL

Rojo cobre es su cabello
Y blanco armiño su tez,
Su rizada cabellera
En su frente nacarada,
Parece polvo de estrellas
Que desde el cielo bajaban.

Su belleza va por dentro
¡Es como tiene que ser!
¿De que sirve la belleza?
¿Si el corazón negro es?
Ella es agua cristalina
Donde yo, suelo beber.
Es valiente, luchadora,
Como madre… ¡cariñosa!
Pero…enérgica a la vez,
Las pasiones de su vida,
Son, su trabajo y su fe,
Y la más grande de todas,
Su Alejandra y su Isabel.

De corazón, grande y puro,
Desgracias no puede ver,
Si alguien la necesita,
¡Segura la a de tener!

Ella es Diosa del Olimpo
Que en la tierra se quedo,
Para ser madre amorosa
Y buena esposa ¡también!
Pero, mejor como hija
¡De eso sí que doy fe!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchísimas gracias, mamá, pero creo que esos elogios vienen dictados por tu enorme corazón de madre, y probablemente no los merezca. Ya sabes que siempre me he sentido orgullosa y contenta de haber vivido dentro de ti, y solo aspiro a que mis niñas sientan algo parecido por mí y, sobre todo, que lo sientan porque sea digna de ello. También sabes que no hay día que no me acuerde de ti (y de papá, claro), y que solo deseo vuestra felicidad... Bueno, y que me dejéis compartirla. Un abrazo grande como el cielo para mi casa eterna, Raquel.
P.D: la poesía es muy bonita, porque es muy tuya. Las de Jesús lo son porque son suyas, y entre poemas no se puede comparar.