jueves, 27 de febrero de 2014

EL LLANTO DE LA QUIMERA



        


 EL LLANTO DE LA QUIMERA

En ese mar de arena sofocante
en el que solo habitan los chacales
y la lluvia le niega su milagro
la Quimera llora sus pesares.

El paisaje que divisa es tan agreste
ni una fronda, matorral, ninguna flor
solo el cactus sobrevive inútilmente
soportando ese sol abrasador.

La Quimera se queja amargamente
su llanto es un susurro hacia la luna
que en el cielo la mira fijamente
enterrada entre la arena de la duna.

¿Qué habéis hecho poetas con mis versos?
¿Cómo olvidasteis lo que os enseñé?
mis secretos que os fueron revelados
olvidasteis a cambio del poder.

Sois animales domados por el látigo
del poder, la fama y el dinero
el hombre la hermosura va dejando
en su avaricia desprecia lo más bello.

No tenéis el poder de la locura
para creer en mí, y en mi enseñanza
por eso mi tristeza y mi congoja
y  no tengo ya fe, ni en la esperanza.

Tan triste era su queja, que dolió
hasta el viento frio de la noche
que la llevó acunada en su silbido
para que todos escucharan sus reproches.

Se calla el sollozo lastimero, la luna se marchó a sus aposentos...
la voz de la Quimera no se escucha
la magia de su voz la llevó el viento.

El reflejo de la luna se desliza
y en la duna a la Quimera deja
en el árido desierto traicionero
donde solo el Chacal oye su queja.

Pues ni hombres, ni dioses, ni sus obras,
me harán que reniegue de mí ser,
porque yo seguiré siendo poesía
y a la muerte, !No me entregaré!