En este mundo, donde parece que solo importa lo material, yo creo que todo lo que nos rodea, es importante sobre todo el amor.El mueve montañas,por amor sé hacen las mayores locuras..... asta se muere.
Está es la historia de dos flores (que también mueren de amor).
Dedicada a una persona especial y muy querida para mí, mi tia ISABEL.
Era un clavel rojo que había brotado,
entre los rosales de un bello jardín,
de una rosa blanca quedó prendado,
al verla en su tayo tan fresca y gentil.
Y la rosa tan fresca y tan pura,
aceptó la pasión del clavel,
y enseguida las flores cercanas,
contemplaron todas el idilio aquel,
y cuando el rocío del amanecer,
llenaba las flores de grato frescor.....
el clavel se hinchaba...temblaba la rosa....
como dulce prueba de tan tierno amor.
Dicen que una tarde cierta damisela,
que a los toros iba entró en el jardín,
en el clavel rojo fijese enseguida,
por qué uno buscaba de color carmín.
Y la rosa tan fresca y tan pura.....
vio a la joven cortar él clavel.....
colocarlo en su negra mantilla...
y quedó desecho el idilio aquél.
Y cuando el roció del amanecer....
llenaba las flores de grato frescor,
la rosa lloraba....al verse tan sola....
que le dio tal pena que sé marchitó.
El torero brindó a la muchacha.....
y valiente su toro mató,
ella en premio de tanta bravura....
a la plaza de toros arrojó la flor.
Y cuando el roció del atardecer......
le daba a las flores ese grato olor...
el clavel lloraba al versé en la arena.....
y le dio tal pena que sé desojó.
En esté tiempo en que nadie creé,
en la firmeza de un gran amor....
Aunque parezca un poco extraño.....
hay flores qué sienten Amor.
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