sábado, 7 de febrero de 2009

LA LUNA



La Luna, mientras duermes,te acompaña,
tiende su luz por tu cabello y frente,
va del semblante al cuello y lentamente
cumbres y valles de tu seno baña.
Yo, Lesbia, que al umbral de tu cabaña
hoy velo,lloro y ruego inútilmente,
el curso de la luna refulgente
dichoso he de seguir o Amor me engaña.
He de entrar, cual la Luna,en tu aposento,
y cual ella al lecho en que tu faz reposa
y cual ella a tus labios acercarme.
Cual ella respirar tu dulce aliento,
y, cual el disco de la casta diosa,
puro, trémulo, mudo,retirarme.
UN SONETO DE JOSE SOMOZA

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