miércoles, 27 de agosto de 2008

EL HIJO DEL AVIADOR (SEGUNDA PARTE)

En tus ojos florecían,
oro plata y esmeraldas,
eran tus rubios cabellos,
cara colillas doradas,
tus labios corales finos,
tonadas adivinaban.
Rima hecha verbo niñito, era
tu ser irrimada,
por el héroe de los aires,
rizos ritmo, alas, palmas.
Un día bajas tes al cielo donde,
tú padre navegaba,
¡Arriba! arriba niñito!,
de caracolas doradas,
capitán de las estrellas,
de luna sol y de plata
de luna fina y redodonda,
¡dice un angel que le llama.
¡Tú niñito está en el cielo!
donde no llegan tus alas,
donde tu motor, no suena,
y tus hélices no cantan.
El padre bajó a la tierra,
con sollozos y con lágrimas.....
y el niño juega....que juega....
detrás de la nube blanca.
tonadas adivinaban,

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta esta poesía que me leía mi padre cuando yo era un crío de tres años. Gracias por recordármela.

Anónimo dijo...

Me encanta esta poesía. Me la leía mi padre cuando yo era un crío de tres años y aún me acuerdo de ella.
Gracias por recordármela.