He soñado con árboles mojados
por la lluvia esta noche. ¿Dónde estabas?
En sus sombras las huellas yo buscaba
de tus pies y tus pasos desangrados.
Y por ciénagas, sotos y collados
también salí a buscarte. Yo tenía
tanta sed. La tristeza me dolía
del mundo y de tus bosques incendiados.
Y te llamaba y no te hallé. ¿No oíste
mi voz quebrarse igual que una campana
doblando por tus árboles quemados?
No llores más, despierta, no estés triste,
que yo los regaré por la mañana
con mi sangre feraz de enamorado
miércoles, 29 de octubre de 2008
DIOS EN LOS ARBOLES II PARTE
EL SIGUIENTE VERSO ES DEL MISMO AUTOR
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